Frase: «Sin escrúpulos».
Hoy inauguro una nueva sección en el blog: Idiomas e historia del mundo. Un espacio para descubrir el origen y evolución de las palabras que usamos todos los días, muchas veces sin saber lo que realmente significan. En esta primera entrega, exploraremos una frase que mezcla lenguaje, ética y cultura romana: sin escrúpulos.
Qué significa realmente “escrúpulos”
El término escrúpulos se define como una duda o vacilación que golpea a la conciencia sobre si algo está bien o mal. Es esa incomodidad interna que nos detiene antes de tomar una decisión. Sin embargo, detrás de esta definición hay una historia fascinante que nos lleva hasta la antigua Roma.
Del latín al dilema moral: el origen romano
La palabra proviene del latín scrupulus, diminutivo de scrupus, que literalmente significa “pequeña piedra puntiaguda”.

En la Roma antigua, los soldados marchaban largas distancias con sandalias militares llamadas «caligae«. Durante las caminatas, era común que pequeños guijarros (piedritas) se colaran entre la suela y el pie, causando una molestia persistente.
En ese momento, el soldado enfrentaba un dilema: seguir caminando con dolor o detenerse a quitar la piedra, arriesgándose a ser castigado por frenar el ritmo de la tropa. Así, ese guijarro se transformó en símbolo del conflicto interno: algo aparentemente pequeño, pero lo suficientemente incómodo como para obligarnos a decidir.
El poder sin piedras ni conciencia
Mientras los legionarios luchaban contra esos pequeños obstáculos físicos y morales, los senadores, tribunos y otros hombres de poder viajaban cómodamente en carruajes o a caballo. Ellos no sufrían los pinchazos, ni literales ni simbólicos.

De ahí nació la expresión “sin escrúpulos”: personas que no sienten esa molestia ética, que no se detienen a pensar si algo está bien o mal. Personas a quienes no les duele nada en el zapato… ni en la conciencia.
Una palabra que revela nuestra ética
Con el tiempo, esa pequeña piedra se convirtió en un símbolo poderoso: la conciencia moral. Tener escrúpulos pasó a ser sinónimo de sensibilidad ética, de cuestionarse antes de actuar, incluso cuando eso implica incomodidad o riesgo.
Es un recordatorio de que la ética no siempre grita: a veces, solo pincha, como un guijarro que nos obliga a detenernos y pensar.
¿Todavía sentimos esa pequeña piedrita?
En una sociedad que muchas veces valora más la velocidad que la reflexión, tener escrúpulos puede parecer una desventaja, pero en realidad es una muestra de integridad.
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Fuente:
Etimología basada en el uso del término «scrupulus» en la Roma antigua. Referencia ampliada en: Libro: De animales a dioses y artículos varios en internet (*).
2 comentarios en “La sorprendente historia detrás de la frase “sin escrúpulos””
Que buen artículo, me encantó! Super instructivo, la verdad desconocía el origen de esta expresión, gracias!
Muy bueno. No sabía el origen de la palabra